Fecha: 2018-09-24 02:01:57


Lo que aprendimos con los años


A 10 años de Lehman: cómo mirar hacia adelante “Y de pronto una mañana… eres millonario (una y otra vez)” El Resumen de la Semana

Como comentamos ya en un par de ocasiones a lo largo de los últimos días, la semana pasada se cumplió el décimo aniversario de la caída del entonces gigante banco Lehman Brothers, que de alguna forma marcó el estallido de la última gran crisis financiera global. 

En buena parte de los medios se ha hablado de lo que sucedió después y el impacto que esto tuvo en las finanzas globales. 

Nosotros hemos tratado de comentar un poco más sobre las cosas que pasaron antes, y de los signos que se fueron presentando y que luego desencadenaron la crisis. 

Pero hoy me gustaría hablar un poco sobre lo que pasó ese día. 

En boca de Zach Scheidt, editor de Estrategias Alpha y Megacontratos

“Recuerdo bastante bien ese año. De hecho, justamente estuve en Nueva York la semana en que Lehman Brothers se vino abajo. Unos días antes de la bancarrota formal, almorcé con mi contacto dentro de Lehman y nos propusimos caminar por la sala de trading principal del banco. 

“Por lo general, esta sala es un lugar ruidoso y vibrante, con papeles volando por todos lados y brókers gritando a todo pulmón las órdenes de trading a sus micrófonos. Este día, sin embargo, la sala estaba sumida en un silencio espectral. Nadie quería hacer negocios con Lehman. Uno de los brókers estaba sentado y veía cómo la acción de LEH caía como una roca, destruyendo su propio patrimonio y subsistencia literalmente frente a sus propios ojos. 

“Nunca olvidaré la tensión sombría que inundaba el lugar. 

“El día siguiente, sentado en un Starbucks al otro lado de la calle, vi cómo la gente salía del banco con sus pertenencias guardadas en cajas de cartón. La desolación en sus caras era abrumadora.”

Ahora, la gran pregunta que muchos se hacen es: “¿cuándo llegará la próxima crisis?”. 

En 2008 la mayoría se vio sorprendida y poco preparada cuando llegó el cataclismo financiero. Pero la realidad es que era posible ver las señales que apuntaban al desastre. En Estados Unidos había personas que renunciaban a sus trabajos para vivir solo de la compra y venta de viviendas, aun cuando había muchos más inmuebles que gente para usarlos. 

Los niveles de deuda eran increíblemente grandes y los inversores inteligentes estaban advirtiendo que todas estas actividades simplemente eran insostenibles. 

De eso nos ha hablado mucho Jim Rickards, como veremos en el resumen semanal más abajo. 

Pero como nos dice el propio Jim, el saber que en algún momento vendrá una nueva crisis (nuestros lectores argentinos saben muy bien de ello) no significa que haya que vender todo y salir corriendo asustado a vivir debajo de una roca.

Fuente: Contraeconomía