Fecha: 2018-12-17 01:52:46


El costo de la mala praxis: tasas estructuralmente más altas


Habiendo extraído estas conclusiones cualitativas del cuadro, de todos modos, queda la interesante y tal vez más importante pregunta que nos podríamos hacer al respecto: 

Habiendo extraído estas conclusiones cualitativas del cuadro, de todos modos, queda la interesante y tal vez más importante pregunta que nos podríamos hacer al respecto: 

¿Hasta dónde bajarán las tasas, una vez que la inflación se acomode luego del tremendo shock cambiario de 2018? 

Como vimos, probablemente el IPC continúe la desaceleración durante el 1er trimestre 2019, y las tasas deberían mostrar una tendencia similar, aunque, por una cuestión de desconfianza generalizada, las tasas podrían bajar proporcionalmente menos que el IPC, y eso es un problema. 

Así, la respuesta a la pregunta de recién nadie la sabe a ciencia cierta, pero temo que no habrá buenas noticias. Mi hipótesis es que el mercado “algo” ha aprendido. Muchos ex - tenedores de LEBAC hoy son mucho más reacios a mantener sus tenencias en moneda local. El mercado, implícitamente, le está pidiendo más tasa al BCRA para justificar mantener las tenencias en moneda local. Ese es el costo de haber manejado los pasivos de la autoridad monetaria de manera altamente desprolija, destruyendo la poca reputación, construida durante poco más de 2 años, de un plumazo. 

Como consecuencia, dada la incertidumbre electoral y la peligrosa trayectoria de crecimiento de las LELIQ, estas “LEBAC con esteroides” que están en manos de bancos, lo cierto es que dudo las tasas puedan bajar del 40% nominal durante lo que resta del gobierno de Macri, incluso a pesar de que la inflación podría bajar sobremanera y realmente –historial de lado- justificaría una baja de tal magnitud. 

O sea, incluso en el mejor escenario, al final del mandato de MM estaríamos trabajando con tasas estructurales como las que utilizó Sturzenegger a la salida del cepo cambiario, tasas que se utilizaron para –supuestamente- desacelerar la inflación. Una inflación anómalamente alta, dado que recién se había depreciado la moneda de manera salvaje. 

Cabe recordar que esas tasas (38% nominal anual) en su momento eran consideradas tremendamente altas y le valieron múltiples críticas de todo tipo y color.
 

Es que la amnesia, y en general, la falta de perspectiva, son notables en Peronia. Recalibramos nuestros parámetros de normalidad muy fácilmente, siempre a la baja, claro está. 

Entonces, para concluir, podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que, al igual que en otros departamentos, la política monetaria macrista ha sido un rotundo fracaso. 

¿El costo de esto? Bueno, ya pagamos una parte en 2018, con una moneda destruida y una inflación casi récord en 3 décadas; pero tranquilo... todavía quedó una factura que tendremos que pagar en un futuro no tan lejano. 

Fuente: Contraeconomía