Fecha: 2019-03-04 04:09:46


Churrinche


Especial desde Tostado y Pozo Borrado, norte profundo santafesino

Por Carlos Del Frade

Especial desde Tostado y Pozo Borrado, norte profundo santafesino

(APe).- -La gente tiene miedo y vergüenza… Nos metieron presos, nos sacaron vacas, caballos y chivas y desde hace quince años no nos ponen puentes y nos quieren arreglar con tubos…Y siempre ganan los que tienen el poder. Las grandes estancias…-dice Armando “Churrinche” Bustos, campeón interprovincial de peso pluma hace ya mucha memoria y actualmente peleando en un paraje del fenomenal norte profundo santafesino llamado Fortín Charrúa, en la zona de los bajos submeridionales, en el límite de los departamentos Vera y 9 de Julio.

En pleno febrero, el Sol prodiga un ferocidad inusual para que los que resisten en estos atribulados arrabales del mundo.

Sin embargo no es cualquier terreno.

Pasa en Santa Fe y también en la Argentina.

Falta tierra y sobra tierra.

Falta agua y sobra agua.

Falta tierra para casas y loteos populares y sobra para los que concentran y extranjerizan el suelo y el subsuelo.

Falta agua para barrios humildes y sobra para las multinacionales.

Y sobra agua para el pobrerío que siempre resultan los inundados.

-Sé leer muy poquito…-confiesa “Churrinche”.

Pero en los papeles que muestra está el secreto de tanta represión, de tanto ninguneo.

“…Se alega mediante la presente que el señor Bustos desde las funciones desempeñadas aquí mencionadas ha impulsado numerosos proyectos con el solo objeto de hacer de las tierras de esa zona un lugar mejor, habitable y de rendimientos hoy altamente productivos. Asimismo cabe alegar que en su labor en esta zona, en sus comienzos “zona no productiva y provechosa” y campos devaluados por sus rendimientos… HOY están valuando altísimamente en moneda estadounidense, precisamente dólares”, sostiene la nota firmada por Daniel Contarde, presidente del denominado Comité de Cuenca de Pozo Borrado, otro punto perdido en el mapa del inmenso septentrión santafesino.

En 2007 desalojaron a varias familias, entre ellas la de “Churrinche”.

Abogados que lo traicionaron se asociaron a políticos cómplices que se reciclan casi siempre y la justicia, permanente red invertida por donde pasan los grandes y quedan atrapados los chicos, sentenció que la tierra, algunos caballos, algunas vacas y algunas chivas, fueran de los señores dueños de casi todo.

Pero “Churrinche”, descendiente en cuarta generación de los pueblos originarios, insiste.

Quiere soluciones y vida digna.

Nada más que eso.

Nada menos que eso.

A veces no tiene con qué. Por eso tuvo que matar una vaca para darle de comer a su familia. Y casi va preso porque la policía rural no entendía que no era un faenamiento ilegal, si no pura y atávica necesidad humana de sobrevivir.

Se sorprende cuando un político le cumple la palabra y quiere mostrarle a todo el mundo dónde y cómo vive.

Armando “Churrinche” Bustos sigue peleando en el ring side enorme del latifundio y la indiferencia planificada.

No sonó la campana.

El viejo campeón interprovincial de peso pluma continúa recibiendo y devolviendo golpes.

Nadie lo ha vencido definitivamente.

Como tantas y tantos en esta geografía.

Tendrá su oportunidad para dar el golpe aunque del otro lado haya pesos pesados.

Fuentes: Entrevistas y documentos recogidos por el autor de esta nota en aquellos lugares de explotaciones impunes.

Fuente: Agencia Pelota de Trapo