Fecha: 2019-08-16 13:45:49


Alberto F elude la trampa de involucrarse en la coyuntura económica


Las primeras 48 horas posteriores a las PASO fueron de una fenomenal confusión alimentada porque los mercados hicieron trepar al dólar y el riesgo país a cifras exorbitantes.

Las primeras 48 horas posteriores a las PASO fueron de una fenomenal confusión alimentada porque los mercados hicieron trepar al dólar y el riesgo país a cifras exorbitantes. La idea de que entrábamos a una etapa de transición y que Alberto F debía empezar alguna suerte de cogobierno creció rápidamente en las redes sociales y alguna declaración del candidato criticando la pérdida de reservas del BCRA en su reacción para contener al dólar, dio la impresión de que él quería involucrarse en el día a día de la política económica. También apuntaba en el mismo sentido la probabilidad de que Alberto F ungiera a varios economistas como su equipo de transición.

Sin embargo, con el correr de las horas se impuso la tendencia contraria y el triunfador de las PASO empezó a negarse sistemáticamente a hablar de las medidas económicas que prepara el gobierno para concentrarse en su rol de candidato en campaña.

Con esta corrección de rumbo, Alberto F evitó el mayor de los peligros para la campaña de la primera vuelta: quedar comprometido en la discusión con el gobierno del día a día económico. Lo contrario le hubiera significado tener que compartir responsabilidades sobre la situación económica y ser evaluado por sus opiniones en todos los temas de coyuntura. “Que Macri gobierne hasta el último día” fue una frase que se escuchó en el entorno de Alberto F.

No tan fácil

Claro está que la postura adoptada podría ser no tan fácil de sostener si la situación se desborda y el macrismo pisa el terreno de la ingobernabilidad.

Pero por ahora es así; se trata de eludir cualquier involucramiento en las cuestiones de coyuntura, lo que se lograría con declaraciones genéricas y si es posible silencios.

Otra realidad, hoy imposible de evaluar, es qué pasaría entre el 27 de octubre -fecha de la primera vuelta- y el 10 de diciembre, día de la entrega del poder. En caso de no haber segunda vuelta, el presidente electo estaría obligado a fijar posturas.

Fuente: https://www.informadorpublico.