Fecha: 2021-09-06 03:46:32


Ruta 51, la gran deuda para el desarrollo minero de Salta


El pésimo estado del camino es uno de los reclamos de quienes trabajan en la Puna. Desde San Antonio de los Cobres hasta el Paso de Sico hay sectores intransitables.

Llegar a la altura de una provincia minera próspera, con el crecimiento y desarrollo económico que esa situación puede implicar, no es solo una cuestión de deseo a partir de la bendición de contar con los recursos geológicos necesarios. Tampoco alcanza con ofrecer un ambiente jurídico favorable para las inversiones privadas. Se necesita, además, infraestructura para que se pueda llevar adelante la actividad y en ese sentido una de las grandes deudas de Salta es la ruta nacional 51.
El estado calamitoso de la ruta a partir de San Antonio de los Cobres, que es la vía de acceso a todos los proyectos mineros de la Puna salteña, volvió a ser noticia en los últimos días luego de que decenas de camiones y camionetas quedaron varados por bancos de arena en el punto denominado Esquina del Azul, cerca de Olacapato. Pero el padecimiento de los conductores que deben utilizar ese camino es durante todo el año.
A partir del municipio cabecera de Los Andes hasta el paso internacional de Sico, frontera con Chile, la ruta 51 no está asfaltada. En esos 149 kilómetros de tierra suelta, la calamina, las piedras, los arenales y eventualmente los lodazales frenan el arranque de una industria central para generar más empleo y riqueza en Salta.
“El costo del transporte de carga de la ciudad de Salta hacia Tolar Grande es prácticamente el 70% de lo que se pagaría un flete hasta Buenos Aires”, describió a El Tribuno Javier Cerúsico, quien es presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Salta y está a cargo de la empresa de logística TFP, que trabaja con varias compañías mineras.
Explicó que los neumáticos de un camión que transita la ruta nacional 51, y también la provincial 27 que lleva a Tolar Grande, duran entre 40.000 y 50.000 kilómetros, tres veces menos de la vida útil que podría tener en un camino con pavimento.
“Los neumáticos salen hoy 90 mil pesos y a eso hay que multiplicarlo por 18 (que es el total de ruedas de un camión)”, graficó Cerúsico. 
Cada empleo directo de la actividad minera genera otros dos que surgen de las empresas proveedoras de servicios. Esto quiere decir que el mayor perjuicio del precario estado de las rutas que llevan a los yacimientos lo padecen las pymes salteñas.

Costos

“Tenemos calculado dentro de nuestros costos un viaje operativo con lo que cuesta una cubierta, porque sí o sí reventas cubiertas, en el estado que estén, cuando vamos a la cordillera. Nos pasó de cubiertas cero kilómetro en camionetas que llegaron a Tolar y se reventaron, al igual que cada subida en camión implica una goma”, contó su experiencia Pablo Spiess de TransMining, otra empresa salteña de logística dedicada a la minería.
“Más allá de lo que es el costo, nuestra mayor preocupación viene de la mano de la inseguridad que provoca el mal estado de la ruta”, aclaró Spiess.
Además de los riesgos por las piedras sueltas, pozos y bancos de arena, quienes andan por las rutas 51 y 27 también corren peligro por el polvaderal que levanta el tránsito de vehículos.
La gran cantidad de camiones que circulan por estas rutas hace, asimismo, que los trabajos de mantenimiento en los caminos duren muy poco.

Trabajos previstos

El año pasado se reactivaron los proyectos paralizados para la pavimentación de algunos tramos de la ruta nacional 51. En febrero pasado el gobernador Gustavo Sáenz firmó el acta de inicio de obras de uno de los tres tramos comprometidos por Nación, con una inversión de 1.500 millones de pesos y con un plazo de ejecución de 24 meses.
“La ruta nacional 51, desde San Antonio de los Cobres hasta el Paso de Sico está dividida en cinco tramos. En la actualidad estamos en obra en el tramo tres, que es desde Alto Chorrillos hasta Campo Amarillo. Ya está el letrero de obra colocado y se están realizando los trabajos de ingeniería y relevamiento topográfico, así que pronto vamos a tener las máquinas en la cordillera trabajando”, anticipó a este diario el jefe de Vialidad Nacional en Salta, Francisco Agolio.
“Después, el tramo uno y dos, que el primero es desde San Antonio de los Cobres hasta Mina La Poma y el segundo desde ahí hasta Alto Chorrillo, están un poco más atrasados y se están haciendo los estudios topográficos y relevamientos. Las tres obras ya estaban licitadas en 2015, pero nunca se dieron inicio”, recordó el funcionario.
En cuanto al mantenimiento de esta ruta, que es estratégica para la llegada de los camiones a la Puna, admitió que “a veces hay roturas en los equipos y no se da abasto”.

Fuente: Diario El Tribuno