Fecha: 2019-05-06 03:36:04


Ordenen el tránsito, malditos…


El centro de la ciudad de Salta es un caos. Calles cortadas, sabrá Dios cual será el motivo, ya que todo sigue igual que desde hace tres años. Vehículos estacionados en zonas prohibidas, conductores que no respetan una maldita norma de tránsito, estúpidos a exceso de velocidad, imbéciles que no dejan el celular ni que se les esté muriendo la mama a

Está científicamente comprobado que el transito vehicular caótico produce a nivel psiquiátrico, trastornos de ansiedad y trastornos de depresión. Mientras que a nivel físico, pueden presentarse enfermedades cardiacas. En otras palabras esto acumula mucha frustración, mucho fastidio y mucha emoción desagradable, lo que termina convirtiendo a los conductores en “bombas” humanas a punto de estallar.

Las imágenes del video que tomó MUY CRITICO corresponden al día anterior a las Pascuas. Se trata de un plano secuencia –a pie– por la vereda de calle Alvarado entre Pellegrini e Ituzaingó. La desquiciada secuencia es una muestra cabal de lo enfermizo que puede ser ingresar al centro de la ciudad a bordo de un automóvil.

Si alguna vez a alguno de estos pseudo operadores urbanísticos se les ocurrió “desalentar” el ingreso de vehículos particulares al casco céntrico, lo lograron con creces. Cada vez son menos los que se aventuran a una larga cola de automóviles, en los cuales anida en su interior un loco a punto de estallar. Sin contar con la odisea de buscar estacionamiento.

Ni hablar de lo que puede costar una óptica o un paragolpes ante el impacto de un idiota que no tiene la más mínima idea de cómo conducir un vehículo en espacios reducidos como las calles antes mencionadas.

Tolerancia cero las pelotas

El lamentable caso de la maldita ebria, la condenada, María Belén Méndez Zavaleta, ha dejado en evidencia una realidad vergonzosa: los cientos y cientos de controles con los que los policía de Tránsito y la Policía Vial, MOLESTAN a los conductores, no es un hecho que va en detrimento de los cientos de siniestros viales anuales que registra Salta, ni de la noble intención de salvar vidas, todo se trata de un asunto absolutamente RECAUDATORIO.

Si alguna duda quedaba de esta afirmación –no teoría, ni menos hipótesis a demostrar– fue el accionar de las autoridades cuando interceptaron al patetico ebrio Cortez Gil, protagonista de un escándalo al cruzar cinco semáforos en rojo, borracho como una cuba.

En ese caso cabe recordar que de no ser filmado por el agente de Tránsito, este sujeto no pagaba un solo centavo de multa. Otro papelón impresentable de las autoridades (in) competentes.

En conclusión, evidentemente el estado del tránsito en Salta es un asunto que no le interesa nadie. Ni concejales, ni funcionarios, ni a la Intendencia, ni a nadie. Esto es más que evidente, solo resta observar por un minuto el caos provocado por las desastrosas intenciones de cortar la mitad de la ciudad para poder y tapar pozos y parchar el asfalto de las calles. Todo con un fin proselitista. Pero lamentablemente una elección no se gana tapando pozos y cortando la ciudad para que todo el mundo se infarte cada vez que intenta ingresar al centro.

Fuente: https://muycritico.com.ar