Fecha: 2019-09-19 04:42:23


Elecciones 2019: cómo será el gabinete de Alberto Fernández si gana el 27 de octubre


Los nombres que pican en punta. Las dudas. Los lugares que aun están vacíos. Uno por uno, el equipo de Alberto que se prepara para el 10 de diciembre.

Alberto Fernández, dice, tiene el 70 por ciento de su equipo de gobierno decidido, aunque jura que de su boca no saldrá un nombre hasta después del 27 de octubre. Ese silencio habilita versiones cruzadas, operaciones políticas y especulaciones variopintas. Algunos movimientos del candidato permiten perfilar cuáles son los dirigentes en los que más confía. El trabajo de los equipos técnicos también se ordena de acuerdo a una organización que predice las estructuras que, a partir de diciembre, ocuparán las distintas ramas del Ejecutivo.

A partir de esos indicios, se puede comenzar a reconstruir el rompecabezas que, por ahora, sólo conocen Fernández y sus dirigentes de mayor confianza. Siempre con un asterisco al lado de cada nombre: hasta que no haya anuncios oficiales, todo resulta provisorio. Sin embargo, quienes transitan de manera cotidiana las oficinas de la calle México, pueden ir detectando, en el ir y venir de dirigentes, asesores y cuadros técnicos, la forma que tomará el próximo gobierno.

Más allá de las figuritas y el organigrama, hay algunas cosas que el candidato tiene decididas. Por caso, está trabajando en un diseño de gabinete que dé lugar a todos los sectores que forman parte de la coalición que lo lleva a la Casa Rosada. Eso significa que habrá nombres de su círculo de mayor confianza pero también otros que lleguen desde el Instituto Patria, el Frente Renovador, otros aliados, los intendentes y gobernadores, los sindicatos y las organizaciones sociales. 

Tampoco debería sorprendernos si convoca a figuras que no forman parte del Frente de Todos, ya sea porque forman parte de otros espacios políticos o porque directamente no tienen actividad partidaria. Él mismo advirtió, en varias entrevistas, que después de ser electo Presidente puede convocar a dirigentes de todo el arco político. En esa búsqueda de equilibrio, Fernández también apunta a un equipo donde haya representación repartida de hombres y mujeres; jóvenes y experimentados; de Buenos Aires y del interior del país.

Las principales incógnitas pasan por quién ocupará algunos lugares clave que, quizás, formen parte de ese treinta por ciento que Fernández aún no pudo definir. En particular, quiénes serán los responsables de los ministerios llamados “políticos” y aquellos diseñados para la gestión económica. Hay una serie de lugares en juego para un número de dirigentes de máxima confianza del candidato, aunque todavía no están definidas las líneas que unen cada nombre con su respectivo raviol en el esquema de gobierno. 

Los colaboradores más cercanos al candidato durante la gestación del Frente de Todos tendrán, seguramente, un despacho vecino al del Presidente. Esa lista la encabezan Santiago Cafiero, fundador del Grupo Callao, y Wado De Pedro, que en los últimos años se consolidó como uno de los principales armadores del peronismo. Es probable que alguno de ellos sea Jefe de Gabinete de Fernández, que sabe lo que es ocupar ese puesto. Interior y la Secretaría General (que De Pedro ya ocupó con CFK) son otros destinos posibles para ellos.

Con más experiencia, también forman parte de esa mesa chica el ex gobernador bonaerense Felipe Solá y el mandatario tucumano Juan Manzur. Para Solá parece reservada la Cancillería. Incluso la cuenta de twitter de su mascota, la Chancha Pelota, hizo una suerte de anuncio en ese sentido hace algunos días. En el caso de Manzur, él mismo aseguró que se quedará en Tucuman para cumplir su segundo mandato; quedará, pues, en la primera línea para cuando Fernández necesite hacer un reemplazo en el equipo.

Algo similar pasa con el gabinete económico. Hay un puñado de colaboradores en los que el candidato confía y varios casilleros para llenar. La silla de ministro de Hacienda será, quizás, la más caliente que haya que ocupar en diciembre después del sillón de Rivadavia. Pero Fernández también necesitará alguien cercano en el Banco Central; en otras carteras clave como Producción y Energía. La Secretaría de Finanzas, por donde pasa la negociación con acreedores, también será clave.

Matías Kulfas y Cecilia Todesca son los economistas más destacados del Grupo Callao y van a tener roles protagonistas. Guillermo Nielsen también es un hombre de consulta permanente, con experiencia en la renegociación de deudas. Cuanto más complicado sea el frente externo al momento de asumir, más chances tiene de resultar elegido. Si no va a Economía, su destino puede ser Energía. Aunque también tienen diálogo con Fernández, en su entorno descartan que Carlos Melconián y Martín Redrado vayan a ser parte del gabinete.

Otros dos ministerios van a ser clave para poner en marcha la economía del país: Producción y Trabajo, recuperado después de que Macri lo degradara. Para el primero también suena Kulfas, además de un viejo colaborador de Alberto: el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis. Para la cartera laboral se perfila Nicolás Trotta, jefe de los equipos técnicos del Frente de Todos y rector de la UMET. Trotta, además, es un hombre del riñón del titular de SUTERH y del PJ porteño, Víctor Santa María.

También van a recuperar su status de ministerio otras dos carteras que perdieron ese lugar durante este gobierno. Para Ciencia y Técnica se piensa en alguien que pueda orientar esa cartera hacia el ámbito de la producción y el desarrollo de valor agregado, por lo que suena el nombre de otro Callao, el economista Fernando Peirano. Para Salud, se piensa en Arnaldo Medina, ex director del Hospital El Cruce, hoy vicerrector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.

La academia puede aportar un tercer ministro: para encabezar el área de Educación toma fuerza el titular de la Universidad de Hurlingham, Jaime Perczyk, que antes fue número dos de esa cartera durante la gestión de Alberto Sileoni. “Jimmy” preside el Consejo Interuniversitario Nacional y tiene vínculo político con Fernández desde hace años. En el ministerio de Cultura, en tanto, podrían asumir la ex titular del INCAA Lucrecia Cardoso o el sociólogo Alejandro Grimson.

El candidato del Frente de Todos ya anunció la creación de dos nuevos ministerios. Uno estará dedicado a la problemática de la vivienda y el hábitat y seguramente incluya la gestión medioambiental; está reservado para María Eugenia Bielsa. El otro será el de Igualdad y entre las candidatas a encabezarlo figuran Victoria Donda, Dora Barrancos y Malena Galmarini. Es posible que además de la agenda de género, en esa cartera también trabaje la secretaría de Derechos Humanos.

Otro despacho que tendrá un trabajo fundamental durante los primeros días de la nueva gestión será el de Desarrollo Social, que tendrá la difícil tarea de solucionar lo antes posible las urgencias más acuciantes de los argentinos que cayeron bajo la línea de la pobreza. La cabeza del equipo que ya prepara un plan de contingencia es Daniel Arroyo, ex viceministro y compañero de Fernández en el Grupo UMET que lanzó la unidad del peronismo en 2018. Otro miembro del grupo, Fernando “Chino” Navarro, va a tener un rol importante en ese área.

El ámbito de la Justicia será un punto sensible para la nueva administración. En la “mesa chica judicial” se sientan Juan Manuel Olmos, ex presidente del Consejo de la Magistratura porteño; el ex ministro de Justicia Alberto Iribarne y la ex viceministra y socia de Fernández, Marcela Losardo. El titular de esa cartera puede salir de ellos tres o ser alguien que ellos sugieran. Además, Losardo suena para la secretaría de Legal y Técnica, mientras que Olmos puede tener como destino la secretaría de Inteligencia.

Algunos roles más que, sin ser ministerios, son espacios preciados en el organigrama. Para la ANSES hay varios nombres en danza, aunque se destaca el de la diputada de La Cámpora Luana Volnovich. Al PAMI iría la diputada del Frente Renovador Mirta Tundis, mientras que en la AFIP la responsabilidad puede recaer sobre un viejo amigo de Fernández, Claudio Moroni, que ya tuvo un interinato como Administrador Federal cuando el candidato era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.

Hay un hueco significativo en todos los mapas del gobierno que se viene. Nadie quiere arriesgar quién quedará a cargo de dos áreas clave, que podrían unificarse en una sola oficina: Obra Pública y Transporte. A pesar de que la crisis económica y social limitará la cantidad de recursos que puedan dedicarse, durante la gestión de Fernández como jefe de Gabinete, saliendo de otra crisis, el Estado tuvo una impronta muy activa en ese sentido. Cerca del candidato juran que ese nombre ya está, pero lo tienen guardado bajo siete llaves.

Fuente: El Despataweb