Fecha: 2023-10-17 01:36:31
A Vladimir Putin se le dibuja una ambigua mueca por el conflicto entre Israel y Hamas. Por un lado, la inesperada crisis aleja a la guerra de Ucrania del foco mediático y distrae a la OTAN de su alianza con Kiev. Pero al mismo tiempo, genera una grieta con su viejo “amigo”, Benjamin Netanyahu, ante su inocua posición tras el brutal ataque de Hamas.
Como China, Rusia aspiraba a jugar un rol central en Medio Oriente para disipar la influencia de Estados Unidos en la región. El juego de la diplomacia lo ha acercado a Israel, donde viven casi un millón de judíos rusos que emigraron tras el colapso de la antigua Unión Soviética, pero también mantiene una aceitada relación con Hamas, vía Teherán. De hecho, recibió en Moscú a varias delegaciones del grupo islámico en los últimos dos años.
El Kremlin había logrado mantener buenas relaciones con ambas partes. Sus buenos vínculos con Netanyahu mantuvieron a Israel fuera de la órbita de las sanciones de la OTAN y sus aliados por la guerra en Ucrania, aunque la retórica del gobierno israelí ha sido muy cercana a Kiev. Además, las sólidas relaciones de Putin con Siria e Irán tienen mucho peso en la jefatura militar de Israel. La estrategia ha sido la de no confrontar con Rusia, donde vive una de las comunidades judías más importantes del mundo.
Hoy la guerra entre Israel y Hamas amenaza con destruir esas relaciones ruso-israelíes que se mueven en los bordes diplomáticos. Putin no condenó el ataque de Hamas, más bien se esforzó por mantener neutralidad y llamó a detener “el derramamiento de sangre”. Sin embargo, como una cruel ironía de lo que sucede hoy en Ucrania, pidió a Israel tener cuidado en Gaza porque “las víctimas civiles serán absolutamente inaceptables”. Israel tomó nota: no hubo ninguna palabra de condena al ataque de Hamas que mató a 1200 israelíes y secuestró a unos 130 civiles.
“Parece que el Kremlin no se da cuenta del alcance de la conmoción en la sociedad israelí. Si quieres permanecer neutral, entonces estás en contra de Israel. Ese es el pensamiento actual”, dijo Milàn Czerny, experto en las relaciones ruso-israelíes y residente en Tel Aviv, citado por The Moscow Times.
Vladímir Putin, derecha, y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en el Kremlin, el 30 de enero de 2020, en Moscú.Por: AP
Said Chaya, director del Núcleo de Medio Oriente de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, dijo a TN que, a pesar de todo, Putin aún no deja atrás sus aspiraciones de influir en Medio Oriente.
“Está en un lugar muy difícil. Rusia era el país que triangulaba el diálogo entre Israel y Siria y al mismo tiempo era el principal proveedor de armas a Damasco (durante la guerra civil en ese país)”, señaló. Además, Moscú mantiene aceitados vínculos con Irán, que se quedó con la obra pública y el control de fronteras sirio, junto con el movimiento terrorista libanés Hezbollah. Putin, a su vez, se apropió del aparato defensivo sirio. El acuerdo es muchísimo más amplio: Teherán le viene proveyendo al Kremlin drones para atacar a Ucrania.
Se trata de dos países, Irán y Siria (además de un movimiento terrorista autor del atentado a la AMIA financiado por Teherán), que consideran a Israel su gran enemigo y que mantienen fuertes vínculos con el Kremlin.
Sin embargo, prosiguió Chaya, las buenas relaciones de Putin con Netanyahu y los países árabes lo deja en condiciones de mediar en la crisis. “Pero se lo impide la guerra en Ucrania”, apuntó.
“No lo veo a Putin alentando un conflicto, pero tampoco lo veo jugando como pieza central. Hoy la situación en Ucrania le preocupa más que Medio Oriente. Parece que Egipto va a tomar el rol de moderador, habilitado por Estados Unidos”, indicó.
Mientras tanto, Putin aprovecha la crisis en Medio Oriente para responsabilizar a Washington por el conflicto. En declaraciones desde Moscú, culpó a Joe Biden por su política en la región. Pero algunos expertos desechan que Rusia pueda influir hoy en una hipotética solución de la crisis.
“Es posible que Hamas dé la bienvenida a Rusia si las negociaciones finalmente fueran posibles, pero los israelíes no se involucrarán en una iniciativa diplomática en la que Estados Unidos no desempeñe un papel importante”, dijo Rajan Menon, director del gran programa de estrategia del grupo de expertos estadounidense Defense Priorities a The Moscow Times.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, se ha declarado cercado a Vladimir Putin . (Foto: Reuters/Abir Sultan).Por: via REUTERS
Ricardo Lagorio, exembajador argentino en Moscú, dijo a TN que la invasión a Ucrania le quitó a Putin toda credibilidad en el mundo.
“Hoy no está en condiciones de jugar ningún papel porque está totalmente abocado a ver cómo sale de esta guerra que es un fracaso. El ejemplo más claro es Nagorno Karabaj. Azerbaiyán tomó el enclave armenio y Rusia no pudo hacer nada a pesar de tener 2000 hombres en el terreno, Hoy Putin está inutilizado”, afirmó.
Lagorio, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), cree que el problema es aún mayor.
“La ONU no puede cumplir con su papel de gobernanza global y los países importantes han perdido su capacidad de gerenciar conflictos, con lo cual vamos a ver cada vez más crisis. Vamos a situaciones de mayor descontrol”, concluyó.
Fuente: TN