Fecha: 2025-04-21 02:02:34
La reversión del Gasoducto Norte es una obra llena de paradojas e interrogantes, sobre todo para Salta y provincias vecinas del NOA. Los ductos y sistemas complementarios que se licitaron desde agosto de 2023 para cubrir las demandas de siete provincias del centro y norte del país con gas de Vaca Muerta fueron inauguradas por el gobierno nacional el 5 de noviembre de 2024. Sin embargo, Esuco, la empresa con la que la estatal Energía Argentina (Enarsa) contrató en abril de 2024 la reversión de las plantas compresoras de Ferreyra, Deán Funes (ambas en Córdoba), Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta), aún tiene inconclusas esas adecuaciones que resultan imprescindibles para traer el gas de la Cuenca Neuquina a la región.
Exportación sin gas
En Vaca Muerta hay gas en sobreabundancia, al punto de que varias petroleras que operan yacimientos de esa formidable formación no convencional del sur del país ya tienen extendidos permisos para exportar excedentes a Brasil, a través de la nueva interconexión regional conformada por los gasoductos Perito Moreno (llamado Néstor Kirchner hasta octubre de 2024), Norte, Juana Azurduy (ducto que conecta a la Refinería de Campo Durán con Yacuiba) y las líneas gasíferas que se extienden por territorio boliviano hacia Santa Cruz de la Sierra y Cuiabá, la capital del estado brasileño de Mato Grosso.
Todos los acuerdos implicados en esa logística trinacional están cerrados como anillo al dedo. Sin embargo, las provincias del norte argentino aún no tienen asegurados despachos suficientes desde Córdoba para evitar que en el invierno que se avecina centrales térmicas, industrias y estaciones de GNC vuelvan a caer en restricciones como las que se dispusieron en años anteriores en los meses de mayor demanda residencial.
Por el momento, el Gasoducto Norte solo puede transportar desde el nudo de Córdoba hacia el NOA un máximo de 15 millones de metros cúbicos diarios. Con las plantas compresoras que en teoría estarían finalizadas el mes próximo, esa capacidad podría elevarse hasta 19 millones de metros cúbicos diarios.
Los tres yacimientos gasíferos del departamento San Martín que resumen la producción casi completa de la agonizante Cuenca Noroeste -Aguaragüe, Ramos y Acambuco- apenas aportan hoy 3 millones de metros cúbicos diarios, y sus inyecciones vienen en caída libre desde hace 16 años.
En el verano pasado, la región tuvo picos de demanda diaria de hasta 21 millones de metros cúbicos, que obligaron a Enarsa a importar gas desde Chile en enero y febrero para reforzar la generación eléctrica de las centrales térmicas de Salta y Tucumán.
Con estos números en la mesa, desde el sector empiezan a surgir señales de alerta, porque se estima que ni siquiera con las plantas compresoras terminadas el Gasoducto Norte podría traer al NEA volúmenes suficientes para cubrir los altos picos invernales, sin depender de onerosas importaciones de gas natural licuado (GNL) desde el norte de Chile, en reemplazo de los despachos que dejaron de ingresar a Campo Durán desde Bolivia.
Sucede que las obras del plan de reversión, en las que se invirtieron más de 740 millones de dólares, tiene algunos cuellos de botella. El más preocupante, en vista de la endeble situación de abastecimiento energético del NOA, residiría en la imposibilidad de inyectarle al Gasoducto Norte desde los nudos de Córdoba más de 15 millones de metros cúbicos diarios. Fuentes entendidas afirmaron que ese sería el volumen máximo que podría aportarle la nueva tubería que se ejecutó para empalmar al gasoducto troncal Centro Oeste en La Carlota y la interconexión que se construyó en Cardales como parte del plan de reversión.
Los 15 millones de metros cúbicos diarios que podría traer el Gasoducto Norte desde el centro de la provincia Córdoba hacia el NOA, más los 3 millones que difícilmente aportarían los yacimientos del norte salteño con su decreciente curva productiva, arrojarían en el mejor de los casos una disponibilidad diaria máxima de 18 millones de metros cúbicos de gas en Salta y las vecinas provincias de la región. Con todo, serían 3 millones de metros cúbicos diarios menos que el pico de demanda que tuvo la región el pasado verano, en medio de la ola de calor que afectó a buena parte del país.
Con estos números, y frente a los exponenciales saltos que suele tener la demanda residencial en los meses más fríos, lo mejor que podría sucederle a las usinas térmicas, industrias y estaciones de GNC de la región sería un invierno benévolo. A menos, claro está, que en el próximo invierno la probabilidad de restricciones obligadas se cubra con otro costoso parche de importaciones de GNL desde la planta regasificadora de Mejillones (Chile) a través de uno de los ductos binacionales que se construyeron desde la planta compresora de Pichanal, en los años noventa, para llevar gas desde Salta hasta esa localidad costera de la Región de Antofagasta.
Fuente: www.eltribuno.com